¿Hacia dónde nos dirigimos con el desarrollo de las tecnologías en el ámbito educativo?

Resulta interesante pensar en aquellos inventos que han sido de gran utilidad en la historia de la humanidad, sobre todo en aquellos que en sus orígenes no parecía que fueran a contribuir de manera importante en el desarrollo de las ciudades o de las empresas o de la forma de vida en general. Tal es el caso del desarrollo de la Internet, que si bien surgió como un proyecto de defensa nacional desarrollado por la DARPA a finales de los sesenta ,con la intención de contar con un sistema de comunicación descentralizado, que les permitiera mantenerse comunicados en caso de una guerra nuclear, hoy día mantiene como principal objetivo el intercambio de información. Más su evolución ha sido tal, que ha llegado a influir de manera tan significativa, tanto en los medios de comunicación, como en las nuevas formas de negocio y comercio, sin dejar de lado, las nuevas modalidades de la educación.

La presente síntesis, basada en los capítulos 4, 5 y 6 del libro “Tecnología educativa, en un modelo de educación a distancia centrado en la persona”, pretende mostrar, cómo es que ha evolucionado la tecnología y cuáles han sido los efectos que esto ha dejado a las organizaciones, de manera general, y de manera específica en el ámbito educativo, cómo ello ha repercutido. Se revisarán los conceptos de la modalidad educativa más reciente, el aprendizaje combinado, el cual hace referencia precisamente a la combinación de la instrucción tradicional presencial y la educación a distancia. Además se presenta un breve análisis de la importancia de considerar los estilos de aprendizaje en todos aquellos ambientes, que hacen uso de la tecnología.

Es probable, que si se pudiera saber, hacia dónde hay que dirigirse, también podrían planearse estratégicamente los pasos a seguir en el camino. Hablando de tecnología, no resulta difícil pensar, cuál puede ser el futuro de las herramientas que hoy utilizamos, y principalmente los efectos que estas puedan causar en la vida futura, lo cual llevaría al menos a una mentalización en las personas de lo que en adelante sucederá y cómo es que se debe estar preparado. Algunos autores a lo largo de la historia, se han dado a la tarea de realizar dichos análisis, con la intención de presentar un panorama de cómo sería el mundo futuro de las organizaciones. En la década de los cincuenta se habló de que existiría una nueva tendencia a la que en aquel entonces Leavitt y Whisler (1958), llamaron Tecnologías de información. Así mismo treinta años más tarde, Applegate Cash y Mills (1988), hablarían ya de sistemas basados en conocimiento y de la existencia de mejores líneas de comunicación.

El panorama que dichos autores presentaron en aquel entonces, resulta completamente familiar en la actualidad, donde según Friedman (2005) la globalización ha pasado de ser preocupación de los países, a ser preocupación de las organizaciones, ya que el conocimiento y el trabajo, se pueden compartir en tiempo real, sin limitantes geográficas. La panorámica actual, muestra claramente cuáles son los elementos que permanecen (las personas y su capacidad de razonamiento, entre otras reacciones), y cuáles los que cambian a través de la historia (herramientas tecnológicas), además permite ver los efectos a futuro en distintos enfoques, aunque actualmente ya se pueden observar algunos de ellos. La tecnología tiende a ser más barata, poderosa y flexible. Las soluciones de negocios se verán beneficiadas con la administración del conocimiento que apoya la toma de decisiones de la alta dirección, permitiéndoles ser más flexibles y relacionarse rápidamente con su entorno; y las empresas pequeñas estarán en posibilidades de competir con grandes empresas, abarcando nuevos mercados a través del comercio electrónico, por citar un ejemplo, que ya se está viendo. Así mismo, los productos ya no serán productos fabricados en masa para las masas, las herramientas tecnológicas como sitios Web, blogs y foros de comunicación, permitirán conocer las necesidades de los clientes, para poder crear productos a la medida, pero en producción masiva, lo que conlleva también a la necesidad que de una nueva forma de mercadotecnia o publicidad altamente dirigida a través de medios tradicionales como la televisión. Otro de los sectores favorecidos son las administraciones públicas, los cuales podrán ofrecer servicios a cualquier hora, en cualquier lugar y en cualquier formato, de igual manera se mejora la participación ciudadana con lo que el autor propone como ejemplo, el voto electrónico. Si todos estos sectores se ven favorecidos con el desarrollo de la tecnología, el sector educativo, no puede quedarse fuera, muchos han sido los beneficios que las herramientas tecnológicas han aportado y seguirán aportando y los cuales se reflejan en lo siguiente: se han desarrollado más y nuevos canales de comunicación con el alumno; existencia de nuevos formatos para la entrega de cursos; se podrá llevar educación de alta calidad a lugares remotos; se desarrollaran cursos personalizados a las necesidades de los alumnos en tiempo y forma; además que favorece y seguirá favoreciendo la creación de grupos de trabajo remotos. Sin duda, esta nueva visión presenta a criterio del autor, algunos riesgos en cuanto a la seguridad, relacionada con la transferencia de información privada; el ser vulnerables a fallas técnicas de grandes repercusiones que impidan el seguimiento de los procesos en cualquier contexto; y la perdida de la privacidad ante la facilidad de acceso a cualquier tipo de información.

Sin embargo, no es posible quedarse en estado pasivo por el temor a incurrir en los ya mencionados riesgos, es por eso que el avance en las modalidades de sistemas educativos no se ha detenido y han ido avanzando desde la educación presencial, la educación a distancia, logrando de estas dos, una combinación a la que se le ha denominado en la lengua española Educación de aprendizaje combinado, siendo esta una modalidad relativamente nueva, a la cual se le ha tratado de definir de distintas formas, pero el autor señala como la que mejor resalta los elementos esenciales de dicha modalidad, la de Michael Fox (2002): “La habilidad de combinar elementos de capacitación e instrucción en el salón de clase, de aprendizaje a distancia en vivo y autónomo, y de servicios de aprendizaje que dan soporte de manera tal que proveen de un aprendizaje a la medida ”. Este modelo entonces, pretende combinar las fortalezas y no las debilidades de ambas modalidades, sin embargo, el éxito de este tipo de cursos, depende en gran medida del entendimiento de los elementos usados (clases presenciales en salones, textos impresos, cd-rom, sw, foros, capacitación a distancia, aprendizaje y capacitación en la web, correos, chats, etc.) por parte de alumnos e instructores, y de cómo estos se involucran con este tipo de procesos. Los objetivos que el blended learning (denominado así por la lengua inglesa) persigue son: variedad pedagógica, acceso al conocimiento, interacción social, instrumentalización personal, costo-efectividad y facilidad en el seguimiento. Favoreciendo con el cumplimiento de los mismos al acceso del conocimiento, desarrollo de la interacción social, visión crítica y reflexiva por parte de los alumnos hacia su propio aprendizaje, y el desarrollo de ambientes positivos para la retroalimentación. Por ser éste un modelo educativo reciente, no han sido muchas las teorías que establezcan sus principios epistemológicos, pero se involucran en ellos, la teoría de la presencia social, la teoría de la riqueza de los medios y la de la sincronicidad de los mismos.

Ante este panorama del aprendizaje combinado, como en cualquier otro modelo de educación, es de mera importancia considerar en el diseño de estos cursos, los estilos de aprendizaje de los alumnos, es decir, la manera en que cada uno se concentra, procesa, internaliza y retiene información académica, nueva y difícil. (Dunn y dunn, 1998), además de sus preferencias y tendencias hacia sus formas de aprender, buscando respetar y favorecer los ámbitos en que el alumno tiene un mejor rendimiento. Logrando con esto mantener el interés, la motivación y el espíritu de logro en los estudiantes.

De este modo, se concluye, que si fue posible en el pasado visualizar los cambios en las organizaciones futuras, con especial énfasis en el desarrollo de las tecnologías, es actualmente más fácil deducir hacia dónde nos dirigimos , cuáles son las tendencias de los efectos en el desarrollo de nuestro ámbito laboral, el sector educativo, y cómo es que debemos prepararnos, para enfrentar los cambios, que nos harán partícipes de nuevos modelos de educación, para los cuales requerimos no solo de la instrucción tecnológica, si no en los aspectos pedagógicos que nos permitan explotar de manera eficaz, las bondades de las nuevas modalidades en beneficio propio y principalmente de nuestros alumnos.

Referencias

Lozano Rodríguez, A. & Burgos Aguilar, V. (2007) (Comp.). Tecnología educativa: en un modelo de educación a distancia centrado en la persona. Distrito Federal, México: Limusa. (Capítulos 4, 5 y 6)